Una separación bien hecha
Si tienes claro que tu matrimonio no tiene futuro, pero no sabes cómo dar los primeros pasos hacia el divorcio, te damos las claves para enfocarlo bien desde el principio. Conocerlas de antemano te permitirá ahorrar tiempo, dinero y disgustos.

Cuando en un matrimonio o pareja con vínculos establecidos, ha dejado de entenderse y tiene clara la ruptura, en primer lugar y lo más importante es tener claro si hay un acuerdo mutuo o bien en caso de desacuerdo definir cuál es la confrontación y establecer el duelo.
Por lo tanto hay que diferenciar entre un divorcio de mutuo acuerdo o un divorcio contencioso.
Resulta evidente que en el divorcio de mutuo acuerdo el trámite, es más rápido, económico, y más satisfactorio para ambas partes, por eso es muy importante entenderse y hacer un último esfuerzo, sobre todo en el caso de hijos en común, ya que hasta que no se emancipen la relación se prolongará incluso después de la ruptura, ya que hay muchos asuntos comunes a tratar.
El divorcio contencioso se decidirá ante los tribunales donde el juez una vez escuchadas las partes dictará la sentencia resolutoria.
Para interponer la demanda de divorcio se debe de redactar un convenio donde el asesoramiento profesional marca la diferencia, ya que una decisión equivocada puede causar trastornos futuros, que aunque se podrían modificar siempre será más complicado y sobre todo costoso en cuanto al tema económico. Esta demanda se deberá presentar en el juzgado debiendo de ser ratificada por ambos cónyuges cuando sean requeridas para ello.
Existen multitud de puntos dentro del convenio, los cuales son únicos y adecuados a cada caso, ya que cada divorcio es único puesto que las condiciones y particularidades de cada pareja son totalmente únicas. Por ejemplo a la hora de determinar una cuantía de pensión en concepto de alimentos respecto a un hijo, no solo se debe de determinar por los ingresos, sino que se tienen que valorar aspectos como la precariedad laboral, deudas, plazos o multitud de cuestiones que a corto plazo no son importantes pero que en el futuro pueden serlo.
Para divorciarse, hay que interponer una demanda de divorcio ante un Juzgado de Familia y esto debe hacerse obligatoriamente con intervención de un abogado y un procurador.
A la demanda se le deben adjuntar algunos documentos, como un certificado de la inscripción del matrimonio, que el cual debe haberse celebrado como mínimo tres meses antes.
Además, hay que añadir a la demanda una propuesta de convenio regulador, es decir, un borrador del documento que recoge cuáles serán las obligaciones y derechos de cada uno de los cónyuges una vez divorciados. Para elaborar la propuesta de convenio regulador, es importante contar con la asesoría de alguien experimentado, que puede ser el propio abogado o un mediador familiar.
En resumen, ante un divorcio hacen falta un abogado, un procurador y, si decides recurrir a la mediación familiar, un mediador.
Por otro lado, es muy normal que el matrimonio tenga una masa común de bienes y derechos, sujeta a cargas y obligaciones (por ejemplo, una casa comprada entre los dos, con la hipoteca a medio pagar). En tal caso, tendrán que liquidar los bienes gananciales, es decir, componer dos lotes proporcionales teniendo en cuenta tanto las deudas como los bienes. Si la pareja se pone de acuerdo acerca de la liquidación del patrimonio común, pueden añadir a la demanda su propuesta de liquidación. Pero también lo pueden hacer antes de interponer la demanda de divorcio, acudiendo a un notario, en cuyo caso habría que buscar también a este profesional.
El convenio regulador debe ser completo, esto quiere decir que recogerá las medidas que van a definir la vida de los ex cónyuges después del divorcio. Es un documento crucial si hay hijos en común.
En los divorcios de mutuo acuerdo, la demanda de divorcio debe presentarse obligatoriamente junto a un borrador de convenio regulador, que será revisado por el fiscal (si hay hijos) y por el juez, para asegurar que se ajusta a la legalidad y no resulta perjudicial para ninguno de los interesados. Es decir, que la sentencia puede aprobar el convenio, no aprobarlo o aprobarlo solo parcialmente.
Un buen convenio simplifica mucho las relaciones entre los ex esposos y es el documento al que hay que referirse en caso de incumplimiento de las medidas por uno de ellos.
Como mínimo, estos son los puntos que debéis detallar en el convenio regulador:
PATRIA POTESTAT La atribución de la o capacidad de tomar decisiones acerca de los hijos. Esta capacidad puede ser compartida por ambos progenitores (lo normal) o recaer solo en uno de ellos (algo que suele ser más bien decisión del juez y estar relacionado con alguna incapacidad particular para ejercer la patria potestad, como una enfermedad psicológica, una adicción, etc.). Si compartís la patria potestad, los dos estáis llamados a opinar y dar vuestra aprobación a cuestiones como el colegio al que irán vuestros hijos, su eventual traslado a otra provincia, la elección de un tratamiento médico prolongado, la participación en actividades de riesgo, etc.
GUARDIA Y CUSTODIA DE LOS HIJOS La convivencia con los hijos, su cuidado y su asistencia, la cual puede ser individual o compartida.
Cuando la custodia es individual, los hijos viven habitualmente al cuidado de uno de los progenitores, mientras que para el otro se establece un régimen de visitas y comunicación.
Cuando la custodia es compartida, ambos progenitores se ocupan de la asistencia y cuidado de los niños conviviendo con ellos por periodos alternos de duración similar. La ley no aclara cómo se tiene que desarrollar en la práctica la custodia compartida y los jueces han optado por soluciones variadas: por ejemplo, a veces los hijos permanecen siempre en la misma vivienda y los padres se turnan, mientras que en otras ocasiones son los hijos quienes se desplazan alternativamente a la vivienda de uno y otro.
REGIMEN DE VISITAS Y COMUNICACIÓN Cómo se esta
blece la duración, frecuencia y posibles casos excepcionales con los hijos del progenitor no custodio. Se tienen que fijar los días en los que se podrá disfrutar de los hijos, dónde, qué ocurrirá en vacaciones, qué derechos tendrá en caso de que los niños no puedan desplazarse por enfermedad, etc.
ESTADO DE LA VIVIENDA FAMILIAR. Uso y atribución. Lo normal es que la persona a la que se atribuye la guarda y custodia de los hijos permanezca con ellos en la vivienda familiar del matrimonio, hasta que los hijos se emancipen, incluso aunque dicha vivienda se haya pagado o se esté pagando con dinero de los dos o sea de titularidad exclusiva del otro cónyuge o de una tercera persona. La atribución de la vivienda familiar es uno de los temas más controvertidos y también está sujeta a variantes autonómicas.
PENSION DE ALIMENTOS En qué medida cada cónyuge contribuirá a pagar los gastos de mantenimiento de los hijos. esta pensión está destinada a sufragar los gastos ordinarios de alojamiento, comida, vestido, asistencia médica y educación. Por otro lado, es importante que el convenio detalle qué gastos deben considerarse extraordinarios y en qué medida ha de sufragarlos cada.
PENSIÓN COMPENSATORIA. Fijar una cuantía en el caso que uno de los cónyuges adquiera una precariedad con la ruptura. Esta pensión no tiene nada que ver con la pensión de alimentos de los hijos. Se la paga un cónyuge a otro y se puede renunciar a ella, mientras que la de los hijos es irrenunciable. En teoría, la pensión compensatoria está pensada para compensar al cónyuge que debido al divorcio sufra un empeoramiento de su situación económica con respecto a la que disfrutaba de casado. No tiene que ser una renta, puede ser una cantidad que se pague de una vez. No es raro que en un divorcio de mutuo acuerdo los cónyuges decidan olvidar la pensión compensatoria en favor de una pensión de alimentos más sustanciosa para los hijos.
Seguro que después de este artículo tendrás las cosas más claras, aunque por otro lado te surgirán nuevas dudas, las cuales tienes que aclarar antes de dar cualquier paso. Es muy importante un buen asesoramiento legal, ya que del resultado de un buen convenio o divorcio contencioso, dependerán el resto de vuestras vidas y la de vuestros hijos en el caso que los hubiera.